El 24 de febrero se presentó en Barcelona el nuevo Samsung Galaxy S5, el smartphone que vendrá a reemplazar al que se mostraba como insuperable S4 y que saldrá a la venta el 10 de abril. Durante la conferencia en la Mobile World Congress (MWC), la compañía surcoreana tenía el desafío de convencer, en menos de 45 minutos, a los posibles futuros compradores de la que será su nueva nave insignia.

¿Cómo conseguir superar a su propio monstruo, al multipremiado S4, un ícono de la innovación? Algunos analistas se apresuraron en condenar a la nueva criatura: no ha sido una presentación sorprendente, Samsung no ha propuesto ninguna revolución -como sí lo hizo en 2013 con el S4- y, en general, no ha sorprendido a nadie. Pero algunas lecturas más detenidas y estudiadas sugieren que la revolución del surcoreano pasa por otro lado.

Samsung quiere volver a las bases. Ofrecer un teléfono inteligente “diseñado según lo que más le interesa a sus clientes”: que sea rápido, seguro, resistente al ajetreo cotidiano, todo eso envuelto en un estilizado “paquete”. Cámara potente y diversas características que ayudan al consumidor a mantenerse en forma completan el nuevo repertorio.

Toda aquella parafernalia del Galaxy S4, con las incontables opciones que nadie ha usado nunca y sólo sirvieron para mostrarle a los amigos de lo que el teléfono es capaz han estado ausentes en esta nueva presentación. Todavía no se sabe si el S5 incluirá las opciones Air Gesture, Air View y Smart Scroll, que permitían manejar el teléfono sin usar las manos, sino con gestos visuales y aéreos, y que le valió los aplausos al predecesor. Aplausos, pero no uso: el excesivo consumo de batería de estas opciones y la no-solución de problemas reales las condenaron a que la enorme mayoría de los compradores, contentos con su dispositivo, las tuvieran desactivadas la mayor parte del tiempo. Samsung no ha dicho que estas opciones vayan a estar contenidas en su nuevo teléfono, y tampoco ha dicho que las eliminará. Al parecer, quiere olvidar el asunto y ya. De todos modos, el S5 cuenta con el sensor infrarrojo de gestos, por lo que está preparado para soportarlos.

Soluciones reales

Entre las innovaciones verdaderamente interesantes -y nada faraónicas- del S5 está, por ejemplo, la gestión de la batería, un escollo que aún tienen que ajustar todos y cada uno de los fabricantes. Samsung ha dado un paso adelante en su opción integrada de ahorro de energía: en su configuración más extrema cambia el display al modo blanco y negro, reduciendo drásticamente el consumo. Además, una serie de gráficos permiten visualizar cuánto tiempo “de vida” nos queda en el aparato y también ofrece quitar o agregar aplicaciones para minimizar el consumo. Punto a favor.

Otra solución real, y nada grandilocuente es la conexión. La quinta versión de la serie Galaxy admite estar ligada en simultáneo a la red de datos móviles y a wifi, y optimizar el uso según la fuerza o debilidad de cada una. Con esto se superaría la intermitencia en las conexiones y la falta de estabilidad. Además, cuenta con soporte para redes 4G.

El lector de huellas digitales (ya incluido en el iPhone 5S, uno de los competidores directos) y el sensor de ritmo cardíaco levantan un poco el perfil “innovador” de este nuevo dispositivo. Pero aquí otra vez prima lo funcional antes que lo banal del chiche por el chiche mismo: ambas opciones prometen hacer un poco más simple la vida de los usuarios.

Cámara
Sacá una foto y después pensá en los efectos que querés aplicarle

El Galaxy S5 incorpora una cámara trasera de 16 megapíxeles y una delantera de 2,21 megapíxeles. El veloz autoenfoque permite tomar fotografías cada 0,3 segundos y la cámara trasera graba videos en calidad 4K aunque para aprovechar esto es necesario tener un televisor con la misma resolución. Los modos de la cámara han sido simplicados y la mayoría se aplican después de tomar la foto, para no perder tiempo ni momentos navegando por eternos menúes. Una opción interesante es el foco selectivo, que permite desenfocar el plano trasero, el delantero o enfocar todo el cuadro. Esto brinda una sensación de fotografía analógica.

Seguridad
Pagos electrónicos y desbloqueo con huellas digitales

Si bien el lector de huellas digitales podría parecer un “chiche” sin demasiado uso, para aquellos que manejan información realmente sensible será de gran utilidad. Entre otras opciones, permite desbloquear el teléfono pero también autorizar pagos utilizando servicios como PayPal, por ejemplo, sin necesidad de recordar engorrosas contraseñas. Es posible que, una vez en el mercado, aparezcan nuevos usos para sacarle provecho a esta cualidad. Por otro lado, el S5 cumple con la norma IP67: es resistente al agua y al polvo, por lo tanto puede ser usado sin riesgo en todos los ámbitos.

Fitness friendly
Cuando termina el día laboral comienza la rutina de ejercicios

El Samsung Galaxy S5 quiere ponerse en sintonía con los tiempos que corren y que vendrán, en los que la actividad física, la vida sana y el fitness tienen un rol fundamental. Por eso ha incorporado varias características que buscarán acompañar a los usuarios en su rutina de ejercicios diarios. El sensor de ritmo cardíaco permite controlar las pulsaciones y con ello la intensidad de la actividad. Además, cuenta con el paquete de aplicaciones S Health para llevar un control integral de los deportes que practicamos diariamente. El complemento para todo esto es el reloj inteligente Gear Fit, presentado conjuntamente con el S5.

Dispositivo médico
Corea del Sur lo consideraría como “dispositivo médico”

Gracias al sensor de frecuencia cardíaca ubicado en el dorso del smartphone, entre el flash y la cámara del aparato, es que el Ministerio de Alimentación y Seguridad de Medicamentos de Corea del Sur analiza la posibilidad de catalogar al último lanzamiento de Samsung como “Dispositivo de salud”. El sensor de pulso cardíaco funciona tan sólo con colocar el dedo sobre él. De esta forma, el usuario del equipo podrá conocer su tensión sin necesidad de utilizar un tensiómetro. Esta función es un gran salto respecto a otros smartphones, que incorporaron funciones del tipo, pero vinculadas al trabajo físico.